Salvado de trigo

Subproducto de la molienda de trigo para la harina. Muy apetecible, bajo en calcio, tiende a ser más alto en fósforo que otros subproductos. Tiene 96% de la energía de la cebada y 91% del nivel de energía del maíz.

El salvado de trigo es rico en fibras, además de vitaminas y minerales.

El salvado de trigo es un remedio excelente para el estreñimiento pero tiene otras muchas maravillosas virtudes nutricionales y para la salud.

 El salvado se obtiene de la molienda de los cereales, específicamente de las primeras cinco capas del cereal, que en este caso sería el trigo y al no usar cereales refinados se consigue el salvado de trigo integral.

El de trigo es el salvado más utilizado, pero se puede hacer con cualquier tipo de cereal, como el centeno y la avena. Todas las variedades de salvado están tomando mucho auge como complemento dietético por su gran cantidad de nutrientes y fibra.

Valor nutricional del salvado de trigo

El salvado de trigo se consume sobre todo por la cantidad y calidad de su fibra, especialmente ventajosa para las personas con estreñimiento. Pero tiene muchos otros valores nutricionales que señalamos a continuación, tomando como referencia 100 gramos de salvado de trigo:

  • Calorías: 273 kcal.
  • Grasa: 4,25 g.
  • Colesterol: 0 mg.
  • Sodio: 2 mg.
  • Carbohidratos: 21,72 g.
  • Fibra: 42,80 g.
  • Azúcares: 0,09 g.
  • Proteínas: 15,55 g.
  • Vitamina B3:18,28 mg.
  • Calcio: 73 mg.
  • Hierro: 10,57 mg.

Las propiedades del salvado de trigo no se limitan a su capacidad más conocida de combatir el estreñimiento. Tiene otras muchas, enumeremos las más importantes:

Por su alto contenido en ácidos grasos insaturados facilita el aumento del colesterol bueno (HDL). Además, acelera el metabolismo, reduciendo la producción de apolipoproteína LDL, transportadoras del colesterol malo. Impide también la oxidación de las grasas por su riqueza en antioxidantes, como vitamina C, vitamina E, zinc, magnesio, ácido fólico, etc.

El salvado de trigo es abundante en las vitamina B5 o ácido pantoténico, vitamina B1 o tiamina B2 o riboflavina. Todas ellas muy relacionadas en la mejora tanto del estrés como de la ansiedad y la depresión.